El sueño es una necesidad de vital importancia, para un correcto desarrollo y rendimiento del niño y de sus padres.
Las causas de los trastornos son muy variadas por lo que requiere una buena evaluación.
El no dormir bien puede estar detrás de problemas de concentración y memoria, bajo rendimiento escolar, irritabilidad, ganas de dormir durante el día en el colegio, en la comida, o querer hacer siestas largas.
Para la valoración e identificación de estos trastornos, se
tendrá en cuenta el patrón de sueño y el grado de actividad del niño, diseñando un tratamiento personalizado, no sin antes, pasar por el médico:
Hábitos de higiene del sueño, los cuales consisten en una serie de normas a llevar a cabo para generar un buen hábito de sueño (cenar
a la misma hora, no tomar ningún estimulante como bebidas como la Coca-Cola, no ver la televisión antes de ir a dormir, etc.).
Establecer una rutina que favorezca el irse a la cama.
Tratar las causas que lo originan (problemas familiares, escolares, personales, etc.).
Economía de fichas para premiar al niño cuando lleva a cabo toda la rutina.
Pautas a los padres para que sepan cómo actuar en las situaciones críticas de interrupción del sueño, o cuando el niño no quiere irse a dormir.
Modelamiento con amigos o hermanos.
Tratamiento específico de las causas que han generado el trastorno.
Tras el tratamiento, se valorará de nuevo el trastorno del sueño para ver la mejoría.