ANSIEDAD
Cuando esta emoción se convierte en intensa, muy frecuente o se cronifica impidiendo un desarrollo normal de la vida diaria, estamos ante un problema de ANSIEDAD.
Este problema se puede ver reflejado en una gran preocupación por diversas situaciones, dificultades para relajarse y concentrarse, irritabilidad, ideas negativas, inseguridad y falta de capacidad para reaccionar ante imprevistos.
A todo esto se le suman problemas físicos como la fatiga, dolores de cabeza, tensión muscular, temblores, tics, mareos, sensación de falta de aire, dolor de estómago, dificultades para dormir y mantener el sueño, etc.
Tras la valoración (hay MUCHOS tipos de Ansiedad) e identificación del problema se diseña un tratamiento personalizado a las necesidades de la persona:
Después del tratamiento se valorará de nuevo la situación problemática, lo que nos indicará la disminución o desaparición del problema.