Una crisis de ansiedad/pánico, se caracteriza por la presencia intensa y repetida de un miedo desproporcionado acompañado de palpitaciones, taquicardias,
sensación de ahogo, sudoración, temblores y sacudidas, presión en el pecho, náuseas o mareo, miedo a volverse loco, miedo a tener un infarto, adormecimiento
de diferentes partes del cuerpo, etc.
Es una experiencia muy negativa para las personas que la sufren y normalmente, tienen una preocupación constante por volver a revivirlo.
Tras la valoración e identificación del problema, se diseña un tratamiento cognitivo-conductual personalizado. Siendo SIEMPRE el primer punto, el encaminado
a que no se vuelva a repetir la temida crisis.
Los apartados de la terapia podrían ser:
Técnica de Parada de Pensamiento y relajación Jacobson.
Explicación del porqué, del cómo y del cuándo se ha generado la crisis.
Estrategias para reducir los pensamientos que fomenten la aparición del ataque de pánico.
Técnicas de relajación para controlar los síntomas físicos que se presenten en las situaciones ansiosas
Técnicas de exposición a las sensaciones internas que tiene la persona en el momento de sufrir un ataque de pánico, para así saber identificarlas y actuar en consecuencia.
Después del tratamiento se valorará de nuevo la situación problemática, lo que nos indicará la disminución o desaparición del problema.