ESTRÉS LABORAL
Se caracteriza por un alto nivel de ansiedad y angustia, llevando a la persona a ser incapaz de enfrentarse a la situación.
Como consecuencia de este estrés, la persona tiene dificultades para desempeñar sus funciones.
El trabajador puede presentar dolores de cabeza, de cervicales o de estómago, presión en el pecho, palpitaciones, falta de aire, tensión muscular y
aumento de la sudoración, sentimientos de infelicidad e inferioridad, problemas de sueño, falta de iniciativa en el trabajo e inseguridad en la realización
de su cometido profesional.
Tras la valoración e identificación del problema se diseña un tratamiento cognitivo-conductual personalizado a las necesidades del trabajador.
Los apartados de la terapia podrían ser:
Después del tratamiento se valorará de nuevo su situación laboral, lo que nos indicará la disminución o desaparición del estrés laboral y su capacidad para manejarlo si vuelve a aparecer.