Hiperactividad (NO trastornos de la conducta, NO déficit de atención)
El niño suele estar cambiando constantemente de actividad, a pesar de las órdenes que se le dé, si no se hacen de una forma adecuada.
Actividades en donde haya que estar sentado, concentrados, etc. les va a resultar muy difícil.
Esto puede provocar problemas en la conducta del niño, e incluso en su desarrollo escolar y personal. Al niño hay que darle las pautas pertinentes.
Es muy importante conocer qué aspectos y situaciones mantienen este tipo de conductas, para poder enfocar la intervención hacia las características del niño.
Por ello, es imprescindible hacer una buena evaluación inicial, para conocer las características del problema y así realizar el tratamiento cognitivo conductual personalizado.
Hay que diferenciar la hiperactividad, respecto a los trastornos de la conducta y el déficit de atención.
Esta intervención se compone principalmente de:
Después del tratamiento se valorará de nuevo la situación problemática, lo que nos indicará la disminución o desaparición del problema.